jueves, 1 de diciembre de 2011

Attaque 77 al poder!




Attaque 77 rompió todos sus esquemas y desnudó canciones de todas sus épocas para ofrecerlas en formato acústico por primera vez en la historia del grupo, en el teatro Ópera City.
Sin dudas, Mariano Martínez, Leo De Cecco y Luciano Scaglione supieron mutar sin prejuicios para oxigenar con imaginación en altas dosis a la banda que integran juntos desde hace más de 20 años. El resultado fue un concierto de gran calidad, rico en matices y sensaciones, que dejo atrás la rabia propia del punk rock para atreverse a explorar el potencial musical de las canciones.
Apenas el telón descubrió el escenario, la extrañeza se adueñó del cuerpo: ver a los músicos sentados, rodeados por un cuarteto de cuerdas, un piano y un set de percusión era una situación anormal. Con los primeros acordes, el público entendió el mensaje: relajarse y disfrutar para ser testigos de una noche histórica.

“El ciruja” fue el primer tema de la velada, con una introducción en piano a cargo de Lucas Ninci. A continuación, sonaron “Vacaciones permanentes” y “Ojos de perro” en lo que fue una tríada de canciones que hicieron vibrar la estructura ósea del público, que agradeció con una ovación inmensa. Incredulidad y desconcierto eran los sentimientos que irradiaban las miradas atentas de la gente, esa misma que intentaba superar el desafío de reconocer esos temas que lleva en la memoria.

“Cual es el precio”, con el protagonismo indiscutiblemente bello del cuarteto de cuerdas compuesto por un violín, un contrabajo y dos cellos, irradió un magnetismo hipnótico que fue constante a lo largo de todo el concierto. El primer invitado fue Álvaro Villagra, quien sumó otra guitarra acústica a “Caminando por el microcentro”, de aquel lejano “Dulce navidad”. “Redemptiong song” encontró a Lucas Ninci con un acordeón en sus manos y, sumado a la destacada labor de Andrea Álvarez en percusión, construyeron una notable versión en castellano del clásico inmortalizado por Bob Marley.

Tras levantar el pulgar y volar hacia los “Sueños” en búsqueda de buenas vibraciones, “Western” hizo su aparición con un sonido que incluyo brisas caribeñas desde la trompeta de Gillespie. “El cielo puede esperar”, con el aporte de Emiliano Puñales en saxo y “Chance”, uno de los temas que elevó la carga emotiva del show, crearon la atmósfera adecuada para saborear “Ciudad vacía” y “Luz”. “Consejos del abuelo”, en su faceta más oscura y tétrica, más “Plaza de perros” marcaron el final del primer tramo del concierto.


Con un cambio en la estética del escenario, Mariano Martinez, en compañía de su guitarra electroacústica sobre uno de los laterales de la escena, dedicó “El gran chaparral” a la memoria de Horacio “Gamexane” Villafañe, el recientemente fallecido guitarrista de “Todos tus muertos”. Posteriormente, se sumó Luciano en contrabajo para interpretar “Estallar”; Con la ayuda de Leo y su redoblante junto a Ninci en melódica levantaron la base reggae de “Tres pájaros negros”. El set reducido, poco a poco, se iba ampliando: Gillespie en trompeta y Andrea Álvarez en voz para una versión con tintes jazzeros de “Alza tu voz”.

Por momentos, los músicos observaban incrédulos la postal que les obsequió la gente: cantitos, ovaciones y gritos bajaban desde las butacas. “Buenos Aires en llamas” y el dúo dinámico que conformaron “Beatle” – “Espadas y serpientes”, dedicada a los fans de la primera hora, cerraron la segunda parte del unplugged. “Arrancacorazones” inauguró el segmento final que coronaron “Setentistas”, “Cartonero”, con pulso cuartetero, y “Perfección”. El cierre fue “Dónde las águilas se atreven” con la gente de pie y todos los músicos entonándola cual himno.

El material obtenido del paso de Attaque 77 por el teatro “Ópera City” fue registrado para la edición del tercer disco en vivo del grupo, que estará acompañado por el correspondiente DVD. Paradójicamente, la grabación de este show exhibe una coincidencia con sus antecesores: entre “¡Rabioso! La pesadilla recién comienza” (1991) “Trapos” (2001) y este último, hay 10 años exactos de diferencia.

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